Tolmo de Minateda

El Tolmo de Minateda ha desempeñado un importante papel a lo largo de la historia, debido a su propia morfología y a lo favorable de su emplazamiento: un cerro amesetado, de no mucha altura y amplia superficie, con laderas abruptas que limitan el acceso a un camino natural, “el Reguerón” que lo hace fácilmente defendible.

Las estructuras más antiguas documentadas corresponden a la Edad del Bronce y se han encontrado embebidas dentro de otras posteriores; en concreto, en el Reguerón se documentó un muro de contención de esta época, formado por grandes piedras, que delimitaba una terraza sobre la que se construyó una casa de forma ovalada, con una cista y restos de una inhumación bajo el piso. Pero el enterramiento más espectacular se ha encontrado en la plataforma superior, en las inmediaciones de una de las almazaras, en una fosa tallada en la roca. El cadáver se encontraba recostado sobre el lado izquierdo y en postura fetal, con los brazos doblados, las manos ante la cara y un cuenco, una mano de molino y una pieza de sílex junto a ellas.