En la pedanía de las Minas, a través de pintorescos caminos entre arrozales, pozos mineros, ruinas industriales, túneles excavados en la roca y pasarelas metálicas llegamos al monumento natural del cañón de los Almadenes. Sobre una pasarela de hormigón que une las dos paredes que forman el cañón podemos contemplar como el cauce del río Mundo durante milenios ha ido erosionando la roca calcárea y formando la garganta.
Sin duda uno de los atractivos es la arruinada pasarela de hormigón en la pared derecha que en su día conducía al personal técnico a pie de presa y que –cerrada al paso a día de hoy- no permite avanzar más de unas decenas de metros.
A principios de siglo XX la entonces denominada Mancomunidad Hidrográfica del Segura se vio en la necesidad de construir una nueva presa que complementara a la del Talave con el fin de, además del regadío, amortiguar las ocasionales crecidas que devastaban la zona en sus numerosas ramblas.
El lugar elegido fue el cañón de los Almadenes, presumiblemente por el hecho de que la presa que habría de levantarse, al ser un lugar tan estrecho y así aprovecharse de manera natural para la contención de las aguas las sierras a ambos lados del cañón, reduciría sensiblemente los costes de una obra de tal magnitud.
Las obras fueron cubiertas y documentadas fotográficamente en numerosos medios escritos, destacándose lo estrecho de la presa e incluso afirmándose que sin duda alguna era “la más estrecha garganta de los pantanos de todo el mundo”.
El inicio de la obra fue inaugurado por el presidente de la República D. Niceto Alcalá Zamora, en Marzo de 1932 y la presa ya concluida fue inaugurada el 6 de junio de 1963 por el general Francisco Franco en tiempos de la Dictadura.
Fuente: camposdehellinqr.com